Los Ayuntamientos tienen una obligación legal respecto a la gestión de las colonias felinas y la atención a los animales callejeros. Sin embargo, en la mayoría de casos las entidades locales no tienen conocimiento o medios suficientes para cumplir con sus competencias. Es por esto que las asociaciones ofrecen su servicio a los Ayuntamientos, no para asumir sus funciones sino para ayudarles a llevarlas a cabo, porque el modelo adecuado es aquél en el que la Administración se compromete en el cumplimiento de sus obligaciones y que, al mismo tiempo, permite la participación de entidades protectoras, que aportan su conocimiento y experiencia. Sin olvidar la gran ayuda procedente del voluntariado, claro.

Los Ayuntamientos pueden apoyarse en la labor del voluntariado para las tareas de gestión de las colonias felinas.

Es competencia de la Administración municipal garantizar el correcto establecimiento y bienestar de las colonias felinas en la localidad. Para ello deberá contar con los recursos necesarios sea cual sea el estado de la colonia, desde el comienzo de la actuación hasta el mantenimiento posterior. Sin embargo, la Administración municipal podrá apoyarse en la labor de voluntarios, debidamente formados y supervisados, para la labor de atención y seguimiento a los gatos de la colonia.

La labor del voluntariado puede incluir, siempre bajo la debida autorización y control municipal, la alimentación de los gatos, limpieza de su espacio, arreglos y mejoras en los elementos materiales de la colonia, detección de enfermedades o patologías, tratamiento de las mismas, recogida de animales para intervenciones clínicas, aplicación del método CES (Captura/Esterilización/Suelta) para el control de la población, y labores de vigilancia del bienestar de los ejemplares de la colonia en general, así como de detección y prevención de problemas.